El deshumidificador es la solución perfecta para evitar el exceso de humedad dentro de nuestro hogar. Ya sabéis que la humedad puede provocar algunos problemas de salud, humedades y goteras o daños en los electrodomésticos y en la ropa. Es por ello por lo que nuestro mejor consejo es conseguir uno para evitar todo esto.
Es importante que a la hora de escoger un deshumidificador os fijéis en la capacidad de absorción de humedad que tiene y del consumo del aparato. Os recomendamos escoger el modelo que tenga el consumo más eficiente y el que menos gasto energético produzca dentro de las opciones que tengáis.
¿Dónde se usan?
El uso en las viviendas se ha convertido en algo habitual hoy en día pero hasta hace unos años su uso se centraba en edificios, locales y almacenes. Actualmente, debido a su económico precio y a la necesidad de uso en algunas partes del país, se han instalado en casas y bloques de vivienda.
Se siguen usando deshumidificadores en lugares donde se alojan obras de arte, como museos, salas de exposiciones o galerías, en edificios sanitarios, en sitios donde se guardan materiales delicados que se puedan dañar por la humedad, como maderas, telas e incluso papeles, o en emplazamientos donde se manipulen alimentos.
¿Cómo funciona?
Su colocación es bastante sencilla, por lo que no tendréis que preocuparos por su instalación o la forma de conectarlos. En el caso de los deshumidificadores domésticos tan solo es necesario enchufarlos para que comiencen a funcionar. En propio aparato tiene un sensor en el depósito que nos indica cuando está completamente lleno. Si no lo limpiamos el propio deshumidificador se parará para no producir fugas, lo cual es genial.
Lo mejor de estas pequeñas máquinas es que cuentan con ruedas para que podamos desplazarlos a la habitación que más nos convenga en ese momento de forma rápida y muy sencilla.
En el caso de los deshumidificadores más grandes podemos escoger entre dos tipos de instalaciones; en ambiente o en conductos. Los que se establecen por ambiente se colocan o bien en el suelo o bien en la pared y solamente se requiere una alimentación eléctrica y un tubo de desagüe. En el caso de los segundos se debe realizar una instalación para poder llevar el aire deshumidificado por toda la casa.
Aunque los deshumidificadores domésticos podemos instalarlos nosotros mismos, ya que solo se tienen que enchufar como hemos dicho anteriormente, en el caso de los aparatos más grandes debemos contar con la ayuda de fontaneros profesionales que realicen esta compleja tarea. El equipo de especialistas de Aquifontaneros puede echar una mano con esta tarea rápidamente y sin complicaciones.
Tipos
Los dos métodos más habituales de uso son los modelos frigoríficos y los modelos desecantes. El primer modelo es el que se suele instalar en los hogares debido a su precio, a sus característiscas y a su sencillo funcionamiento. El segundo modelo es el que se recomienda para mantener el nivel de temperatura muy bajo. Se suele usar en industrias farmacéuticas, alimentarias o químicas al ser tan eficaz y es por ello por lo que su precio es más elevado.
Si aún tenéis alguna duda sobre este tipo de maquinaria podéis preguntar sin ningún tipo de compromiso a técnico especializado en el sector para decidir si realmente necesitas un deshumidificador o no.